Lluvia de meteoros Feonicidas
Las Fenícidas: un espectáculo inesperado en diciembre
Cada diciembre, el cielo del hemisferio sur se ilumina con destellos fugaces que nos recuerdan la fragilidad y belleza del cosmos. Entre las lluvias más curiosas se encuentran las Fenícidas, un fenómeno poco conocido pero capaz de sorprender con estallidos repentinos de meteoros. Aunque no siempre son intensas, su carácter impredecible las convierte en un evento fascinante para astrónomos y aficionados.
📜 Historia y origen
Las Fenícidas fueron identificadas en 1956, cuando se registró un estallido excepcional con más de 100 meteoros por hora. Desde entonces, su actividad ha sido irregular, con años tranquilos y otros con sorpresas luminosas.
Su origen está ligado al cometa 289P/Blanpain, un cuerpo celeste descubierto en 1819 y redescubierto en 2003. Los restos de este cometa forman la corriente de partículas que la Tierra atraviesa cada diciembre, generando la lluvia.
🌠 ¿De dónde vienen?
El radiante de las Fenícidas se ubica en la constelación de Fénix, visible principalmente desde el hemisferio sur. Por eso, países como Chile, Argentina y Colombia (en latitudes bajas) tienen mejores oportunidades de observación. Aunque su tasa promedio es baja, los “estallidos” ocasionales pueden convertirlas en un espectáculo inolvidable.
📊 Información general
Nombre: Fenícidas (Phoenicids)
Origen: Cometa 289P/Blanpain
Periodo de actividad: 28 de noviembre - 9 de diciembre
Máximo esperado: 1-2 de diciembre
Radiante: Constelación de Fénix
Tasa media: 10 meteoros/hora
Estallidos excepcionales: Hasta 100 meteoros/hora (histórico 1956)
Mejor hemisferio de observación: Hemisferio sur
🔭 Consejos de observación
1. Busca cielos oscuros: aléjate de la contaminación lumínica urbana.
2. Hora ideal: después de la medianoche, cuando el radiante está más alto.
3. Sin telescopio: los meteoros se aprecian mejor a simple vista.
4. Paciencia y comodidad: lleva una manta o silla reclinable, y dedica al menos una hora de observación.
5. Condiciones lunares: en 2025, la Luna gibosa creciente puede dificultar la visibilidad; observa en las horas más oscuras.
Las Fenícidas son una lluvia menor, pero su historia y origen las convierten en un fenómeno digno de atención. Más allá de la cantidad de meteoros, lo que las hace especiales es su carácter impredecible: nunca sabemos si el cielo nos regalará unos pocos destellos o un estallido memorable. Observarlas es un recordatorio de que el universo siempre guarda sorpresas, y que cada noche bajo las estrellas puede ser única.
Recuerda seguirnos en nuestras redes sociales Instagram y Facebook.




Comentarios
Publicar un comentario