Betelgeuse en la mira de los astrónomos
¿Se acerca una inminente explosión de Betelgeuse?
Científicos están analizando si en las próximas semanas continuará apagándose la estrella Betelguese, algo que desembocaría en una supernova, es decir, una gran explosión estelar.
Las dos semanas siguientes serán importantes para dar una predicción sobre si Betelgeuse, una estrella que tiene alrededor de 1400 veces el diámetro que tiene el sol de nuestro sistema solar, podría estallar pronto. Por ahora, lo que se sabe es que su brillo es 2,5 veces menor que el que tenía en septiembre del 2019.
Expertos han mencionado que el cambio de su brillo podría ser causado por una estallido de polvo estelar de sus capas exteriores frías o incluso algo diferente. Lo más probable es que la próxima semana se pueda conocer más, tomando en cuenta que la iluminación de una estrella tiene ciclos descendentes y ascendentes. El brillo mínimo de Betelgeuse llegará el 21 de febrero y si luego comienza a recuperar brillo su vida aún seguiría sin riesgo inmediato de una explosión.
Betelgeuse, que marca el hombro izquierdo superior de Orión, es a menudo su estrella más brillante. De color rojo, esta estrella suele ser la 12° más brillante en todo el cielo. Pero recientemente se ha atenuado dramáticamente a un mínimo histórico de la 21° estrella más brillante en el cielo. Como resultado, muchos han comenzado a especular sobre si podría estar a punto de explotar. Pero ¿Podría? ¿Y cómo sería eso?
Como anteriormente mencionábamos en un artículo anterior, Betelgeuse es lo que los astrónomos llaman una supergigante roja, hasta 20 veces más masiva que nuestro sol. Las estrellas supergigantes rojas se han acercado al final de su vida y se han expandido sustancialmente. Betelgeuse, que está a 640 años luz de distancia, es la única estrella que no es la nuestra, cuya superficie podemos imaginar directamente en detalle. Afortunadamente, eso puede ayudarnos a entender por qué varía tanto en brillo . A este tamaño, las estrellas transportan su energía o calor generado en su núcleo a la superficie a través de la convección, un método de transporte que experimentamos cuando hierve los huevos. A medida que el agua hierve, sube mientras que el agua fría baja para calentarse. Estas corrientes ascendentes y descendentes se conocen como células de convección.
Cada una de estas celdas mide solo unos centímetros de ancho en este ejemplo, pero en Betelgeuse son gigantescas y se mueven mucho más lentamente mientras interactúan con el campo magnético sustancial de la estrella. Dado que el calor de la superficie de la estrella determina su brillo, Betelgeuse muestra una variación bastante grande de manchas más oscuras y brillantes en su superficie. A medida que la estrella burbujea y gira, veremos un brillo lentamente variable, como lo hacemos ahora.
Otra característica interesante es que la superficie de Betelgeuse es bastante fría, de ahí su color rojo. Debido a que tiene un radio enorme, también tiene un agarre gravitacional disminuido en sus superficies externas. Esto significa que pierde parte de su material, creando nubes polvorientas en sus alrededores que podrían causar oscurecimiento cuando se mueven frente a la estrella. Todo ello genera cierta atenuación, pero no es lo suficientemente importante para determinar que se trata de la muerte se la estrella como tal. Realmente sabemos poco del proceso de muerte de una estrella y aventurarse a creer que va suceder un evento explosivo cuando nadie ha visto estos eventos, es como nadar a ciegas. Sin embargo, si ocurriera se convertiría en una Supernova, la más brillante jamás observaba debido a su proximidad al Sistema Solar.
Mientras esperamos que sucede, aprovechando que la gente común se aventuró a conocer y leer sobre este evento, podemos aprovechar para, a partir de la excusa de Betelgeuse, comenzar a estudiar la astronomía y dejarnos llevar en un periplo por el Universo.
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