El origen de las misteriosas señales de radio

El origen de las señales de radio  misteriosas captadas por un telescopio canadiense




¿De dónde vienen las misteriosas señales de radio que llegan repetidamente a la Tierra desde el espacio y que se atribuyeron a una civilización extraterrestre?

El observatorio Chime, ubicado en el valle de Okanagan en la Columbia Británica de Canadá, consta de cuatro antenas semicilíndricas de 100 metros de largo que exploran todo el cielo del hemisferio norte cada día.

La investigación ha sido publicada en la revista Nature.  “Hemos descubierto una segunda señal repetitiva y sus propiedades son muy similares a la primera”, dijo Shriharsh Tendulkar, de la Universidad McGill de Canadá.  “Esto nos dice más acerca de las propiedades de las repetitivas”, apuntó.

Las FRB son destellos cortos y brillantes de ondas de radio que parecen provenir de una región del centro del Universo.

“Wow!”, la misteriosa señal espacial que recibieron los astrónomos hace 40 años y que todavía no saben de dónde provino

Hasta ahora, los científicos han detectado aproximadamente 60 ráfagas de radio rápidas únicas y dos que se repiten. Pero creen que podría haber hasta 1.000 FRB cada día.

Lo que es un enigma, hasta el momento, es qué tipo de fuente es capaz de generar ráfagas tan intensas. Se especula que su origen está fuera de la Vía Láctea. Hasta el momento se habían detectado unas sesenta emisiones de este tipo, pero ha sucedido algo sumamente inusual: una señal repetida, desde la misma fuente a unos 1.500 millones de años luz de distancia.





El evento se había detectado una sola vez en el pasado, por un telescopio distinto, desde su descubrimiento en 2015 por el radiotelescopio Arecibo en Puerto Rico. En su momento se teorizó que provenía de un magnetar en una galaxia enana a 3.000 millones de años luz de la Tierra.

Los nuevos estallidos rápidos de radio repetidos han sido detectadas por un grupo de científicos canadienses usando el radiotelescopio CHIME (Experimento Canadiense de Cartografía de Intensidad del Hidrógeno), durante un periodo de observación de tres semanas durante el verano de 2018. Las conclusiones han sido recogidas en un par de papers.

CHIME cuenta con cuatro antenas semicilíndricas de 100 metros de longitud. En vez de partes mecánicas, usa software para asignar segmentos del cielo, con procesamiento digital de señales para "apuntar" al radiotelescopio y reconstruir el lugar desde donde proviene las ondas de radio.

Las ráfagas repetidas se han bautizado como FBR 180814 y se calcula que se encuentran a 1.500 añoz luz de distancia con una característica importante: casi todas las las ráfagas nuevas —13 en total— se emiten en frecuencias más bajas que las descubiertas anteriormente, además se mostraron signos de "dispersión", sugiriendo que la fuente del fenómeno son objetos astrofísicos de mucho poder, como el remanente de una supernova o cercano al agujero negro central de una galaxia.

Estas dos condiciones hacen replantear las teorías de sus orígenes. Aunque sigue siendo un misterio, la detección de estas nuevas señales dan más pistas que podrían ayudar a entender su origen. 


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