Fuente Misteriosa de Rayos X

Un grupo de estudiantes detecta una señal leve y extraña de rayos X.






Una fuente de rayos X descubierta por alumnos de secundaria durante un proyecto de minería de datos abre nuevas vías de exploración para el vasto archivo del observatorio de rayos X XMM-Newton de la ESA.
En 1999, cuando se lanzó el observatorio XMM-Newton, la mayoría de los chicos que están acabando la secundaria aún no habían nacido. No obstante, el observatorio de rayos X de la ESA, de casi dos décadas de antigüedad, aún encierra multitud de sorpresas para la próxima generación de científicos.
Un ejemplo de ellas se ha dado a conocer recientemente gracias a la cooperación entre científicos del Instituto Nacional de Astrofísica italiano (INAF) de Milán y un grupo de alumnos de bachillerato de la cercana localidad de Saronno. 
Esta fructífera colaboración forma parte del proyecto internacional de investigación EXTraS (Exploring the X-Ray Transient and variable Sky), que estudia fuentes variables de los primeros 15 años de observaciones de XMM-Newton.
“Hace poco publicamos el catálogo de EXTraS, que incluye todas las fuentes de rayos X (alrededor de medio millón) cuyo brillo varía a lo largo del tiempo según lo observado por XMM-Newton y enumera distintos parámetros por cada fuente”, señala Andrea de Luca, uno de los científicos que coordinaron el proyecto.
“El siguiente paso era adentrarnos en este enorme conjunto de datos para localizar fuentes de interés, y pensamos que podía ser un buen reto para un programa de prácticas con estudiantes”.   Los científicos del INAF milanés llevan años colaborando con centros educativos locales, acogiendo a alumnos durante varias semanas e integrándolos en las actividades de los distintos grupos de investigación.  “Para este proyecto en concreto, los alumnos recibieron formación introductoria sobre astronomía y las fuentes exóticas que estudiamos con telescopios de rayos X, además de un tutorial sobre la base de datos y su uso”, explica Ruben Salvaterra, otro científico participante en el programa.  “Una vez listos para explorar el archivo de datos, demostraron una gran efectividad y creatividad”.
Los seis alumnos analizaron unas 200 fuentes de rayos X, observaron sus curvas de luz (gráficos que muestran la variabilidad del objeto a lo largo del tiempo) y consultaron la bibliografía científica para verificar si habían sido estudiadas previamente.
Al final, identificaron un puñado de fuentes con propiedades interesantes, como una potente fulguración, por ejemplo, y que no se habían referenciado en otros estudios.

Más información:
https://www.esa.int/esl/ESA_in_your_country/Spain/Un_grupo_de_estudiantes_detecta_una_misteriosa_fuente_de_rayos_X


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